El pescado es importante que forme parte de la dieta infantil, ya que es un alimento nutritivo, saludable, rico en proteínas y en aminoácidos esenciales. Por eso, la Asociación Española de Pediatría (AEPED) recomienda que los niños coman pescado varias veces a la semana.
Una dieta equilibrada es sinónimo de salud. Los platos que se comen cada día en casa deben estar compuestos por distintos ingredientes. Carnes, huevos, cereales y pescados. Todos ellos tienen importantes beneficios para los más pequeños de la casa. En concreto los productos que llegan desde el mar ofrecen a los niños elementos que serán clave en su desarrollo. Proteínas, vitaminas (especialmente Ay D), y minerales como el yodo, calcio o selenio. Todos estos elementos están presentes, sobre todo, en el pescado.
Por eso, la Asociación Española de Pediatría (AEPED) aconseja “potenciar el consumo de pescado frente a la carne”, especialmente, en niños de 1 a 3 años. De esta forma, se estará consolidando un hábito alimentario saludable que favorecerá a su salud.
Beneficios del pescado azul
Aunque el pescado blanco y el azul son saludables, la AEPED recomienda no dejar de lado este último. Aunque, bien es cierto que, como indica, el pescado blanco es pobre en grasas, lo que hace que las digestiones sean más fáciles.
Sin embargo, el pescado azul se caracteriza por “tener una alta proporción de ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga omega 3 y omega 6”. Además, también contiene hierro y cinc, muy beneficiosos para los niños. No podemos olvidarnos del yodo y las altas aportaciones de minerales (potasio, fósforo, sodio y cloro).
Por lo tanto, la AEPED aconseja que al empezar a incorporar el pescado en la dieta infantil se elija el pescado blanco, pero después se empiecen a introducir piezas de pescado azul. El atún o las sardinas suelen ser bien recibidos por los más pequeños.
Pescados saludables para los niños
La AEPED hace una clasificación muy exacta de los diferentes tipos de pescados, así como del porcentaje de grasa que contiene cada grupo. De esta forma, este ha sido el resultado:
Pescados blancos: también conocidos como magros tienen menos de 1% de grasa y los podemos encontrar en la merluza, el bacalao o el lenguado.
Pescados semigrasos: tienen una proporción mayor de grasa, entre un 2 y un 7%, y los podemos encontrar en la lubina, la gallineta o la palometa.
Pescados azules: también conocidos como grasos tienen más de un 7% de grasa. El jurel, el salmón o el pez espada son otras opciones para consumirlo.
Dependiendo del porcentaje de grasa que tengan los pescados, el Programa Perseo aconseja que si son blancos se consuman como máximo cuatro raciones a la semana. En el caso de que sean azules, solo dos raciones.
Pescado en la dieta infantil: ¿por qué es tan importante?
Aunque ya hemos mencionado los nutrientes que aporta el pescado, la AEPED señala tres beneficios concretos que tiene incluir este alimento en la dieta. Estos son los siguientes:
Favorece un buen desarrollo del sistema nervioso de los niños. De hecho, las mujeres embarazadas deben consumir omega-3 porque ayudarán a un mejor desarrollo del cerebro del bebé.
Previene las enfermedades cardiovasculares. Esto se debe gracias a que el pescado los niños consumirán grasas saludables y tendrán unos buenos hábitos alimentarios. Lo que se traduce en menor riesgo de obesidad.
Aumenta las defensas inmunitarias. Incluir el pescado en la dieta infantil hará que las defensas de los niños sean mucho más fuertes para poder reducir el riesgo de enfermedades.