El pescado congelado es capturado en alta mar y procesado en el mismo barco, una auténtica fábrica flotante en la que el pescado ultrafresco recién salido del mar se eviscera y se somete a temperaturas por debajo de los -40ºC, esto permite una congelación muy rápida que evita la formación de cristales, por lo que ayuda a preservar la textura del pescado.
Otra ventaja del pescado congelado es que con la congelación se suprime el riesgo de anisakis.
Cuando el pescado se descongele, mostrará las mismas cualidades y beneficios para la salud que cuando era fresco.
La seguridad alimentaria es fundamental
La congelación no solo retiene las propiedades nutricionales del pescado y las conservas prácticamente intactas; también evita el crecimiento y desarrollo de bacterias. Esto se traduce en un aumento de la seguridad alimentaria, colocando al pescado congelado por delante del fresco en esta comparativa. Uno de los riesgos más conocidos para la salud relacionado con el pescado es la presencia de anisakis en su musculatura. Este parásito, que vive en los peces y que puede llegar a infectar al ser humano produciendo náuseas, vómitos e incluso oclusión intestinal, no sobrevive a la congelación, de modo que comer pescado congelado implica tranquilidad y mayor seguridad. Esto no significa que el consumo de ejemplares frescos sea peligroso.
Sin embargo, no es tan seguro como el congelado, ya que las bajas temperaturas a las que este último es sometido descartan la posibilidad de presencia del anisakis.
El pescado congelado brinda beneficios tan interesantes como el hecho de que puede ser consumido en cualquier época del año, a un buen precio y en formatos muy variados, como troncos, rodajas, colas y varitas… Todo ello puede facilitar mucho la preparación de determinadas recetas.
Gracias a los efectos de una buena congelación, podemos comer un pescado saludable y seguro en cualquier momento. Sin embargo, si no se descongela de modo correcto, echaremos a perder esta y otras ventajas que ofrece el pescado congelado.
Así como el tratamiento de conservación corre a cargo de la industria pesquera y distribuidora, la descongelación es responsabilidad de cada consumidor. Es importante conservar y descongelar el pescado para que sus valores nutricionales no mermen y su sabor y textura se deterioren lo menos posible.