Ya han llegado las altas temperaturas y las noches de verano y picoteo en casa o en la terraza del chiringuito o restaurante, en las que las navajas no suelen faltar.
Este molusco bivalvo marino, conocido también como muergo o pez navaja, y que habita en los fondos marinos enterrado en la arena donde excava agujeros verticales, tiene un sabor tan característico y exquisito que su preparación es tan rápida y sencilla como un vuelta y vuelta a la plancha, aunque admite infinidad de preparaciones y combinaciones culinarias.
Su nutriente principal son las proteínas de alta calidad. Pero son apreciadas también por sus bajos niveles en grasas y en hidratos, por lo que su valor calórico es muy reducido. Las escasas grasas que presentan en su mayoría son poliinsaturadas, sobre todo, ácidos grasos Omega 3. Todo ello convierte a las navajas en un marisco recomendado en dietas cetogéncias, bajas en hidratos, cardioprotectoras y bajas en calorías.
Decantarse por un plato de navajas es una acertada elección gastronómica pero también una acertada elección nutricional, ya que supone darle a nuestro organismo unas buenas cantidades de minerales como calcio, yodo, fósforo, magnesio y potasio.
La Federación Española de Nutrición (FEN), destaca de este marisco el fósforo. “Una ración de este molusco cubre el 29% de las ingestas diarias recomendadas al día para este nutriente (IR/día), en hombres y mujeres de 20 a 39 años que realizan actividad física de intensidad moderada”.
Pero sus bondades nutricionales no terminan ahí. Tienen vitaminas A, C y B. Esta última, la vitamina B, destaca especialmente. “El aporte de una ración de las mismas es casi seis veces superior a la ingesta diaria recomendada para dicha vitamina”. Al ser ricas en vitamina B12, están especialmente indicadas para prevenir o revertir anemias nutricionales.
Por algo en la antigua Grecia, las navajas eran usadas con fines terapéuticos. Pero no podemos olvidar que, como cualquier alimento, deben ser consumidas con moderación, especialmente por personas con hipertensión o enfermedades renales debido a su contenido en sodio y fósforo.
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