El calamar patagónico (Loligo Gahi), también conocido como calamar argentino, es una especie de cefalópodo que habita en las aguas del Atlántico Sur. Es uno de los calamares más grandes del mundo, con una longitud promedio de 30-40 cm, y puede llegar a pesar más de 1 kg. Su carne es tierna y sabrosa, y se ha convertido en un manjar popular en todo el mundo.
En primer lugar, su carne es baja en grasas y alta en proteínas, lo que lo convierte en un alimento saludable y nutritivo. Además, su sabor delicado y textura tierna lo hacen ideal para una amplia variedad de recetas.
Los calamares patagónicos se capturan principalmente en Argentina, Uruguay y Chile, y son una importante fuente de ingresos para las comunidades pesqueras de la región. Se pescan en grandes cantidades durante todo el año, pero especialmente en el verano austral, cuando migran hacia las aguas más cálidas.
Una vez capturados, se congelan inmediatamente para su transporte a los mercados internacionales y para garantizar sus propiedades.
Los alimentos congelados, como los calamares patagónicos, son una excelente opción para los consumidores que buscan la conveniencia y la calidad en sus comidas.
Los calamares patagónicos congelados se pueden encontrar en una variedad de formatos, desde anillos y tentáculos hasta calamares enteros. Se pueden cocinar de muchas maneras diferentes, como a la parrilla, fritos, a la plancha, rellenos o en salsas. Además, se pueden utilizar como ingrediente principal o como complemento en platos como paellas, arroces, pastas, ensaladas y sopas.
A la hora de comprar calamares patagónicos congelados, es importante elegir una marca de calidad que garantice la frescura y la sostenibilidad de su pesca. Muchas empresas se aseguran de obtener sus calamares patagónicos de manera responsable, trabajando con pescadores locales y siguiendo las prácticas sostenibles de pesca. Y eso es precisamente lo que hacemos en Congelados Hiperxel. En nuestros lineales podrás encontrar calamares patagónicos congelados de elevada calidad.
Además de ser deliciosos y nutritivos, los calamares patagónicos congelados también son una excelente opción para aquellos que buscan reducir su huella de carbono.
Los alimentos congelados tienen una huella de carbono más baja que los frescos. La compra de alimentos congelados y la congelación contribuyen a reducir el desperdicio de alimentos, ya que la gente tira muchos menos productos congelados que frescos. En general, se calcula que disminuyendo el desperdicio y la pérdida de alimentos podríamos reducir las emisiones globales hasta en un 8 o 10%.
En conclusión, los calamares patagónicos congelados son una deliciosa opción de alimentos que se pueden disfrutar en cualquier época del año. Su sabor delicado y textura tierna los hacen ideales para una amplia variedad de recetas, y su bajo contenido de grasas y alto contenido de proteínas los convierten en una opción saludable y nutritiva. Además, su pesca sostenible y la producción de alimentos congelados los hacen una opción respetuosa con el medio ambiente.
¡No dudes en incluirlos en tu próxima comida o cena!